Cuando la vida nos ahoga…

Hace un par de días recibí en mi correo eléctrónico un mensaje muy triste y agobiante, de parte de un lector de este blog. Esta persona está pasando desde hace bastante tiempo por una situación bastante complicada, que quisiera compartir por aqui con la intención de que quizá alguien tenga herramientas para ayudarle.

Si hay alguna persona que sepa de alguna solución para este muchacho les agradecería se comuniquen conmigo por medio de este blog y yo los contacto con él dado que por ser una situación delicada, prefiero mantener su nombre en secreto.

A continuación reproduzco una parte de su email, tal cual él la escribió:

Por este medio te contacto con la finalidad de exponer el caso que estoy sufriendo actualmente y el cual es el siguiente:

1 – Tengo un par de deudas, una con Credomatic (BAC San José) y otra con Bancrédito, las cuales suman cerca de ¢5 millones en forma conjunta.
2 – Estoy desempleado desde el 1 de febrero de este año.
3 – Había estado trabajando informalmente para una empresa de digitación que encontré en un anuncio en Craigslist.org, pero ese trabajo concluyó hace 4 meses.
4 – Desde hace 4 meses he estado viviendo con lo poco que tenía ahorrado, he estado buscando trabajo, pero al parecer no soy atractivo para las empresas ya que nadie responde a mi oferta laboral.
5 – Cuento, literalmente, con ¢2 mil para el resto del año.
6 – Tengo como ¢1.6 millones en el fondo llamado ROPC, pero hasta donde entiendo, ese dinero, a pesar de ser mío, no lo puedo tocar, si pudiera hacer uso de ese dinero, con gusto lo utilizaría para pagar parte de mis deudas.
6 – Como podrá inferirlo con lo que he expresado hasta este punto, mi situación no me permite contar con muchas opciones, por no decir ninguna, en cuanto a pagar mis deudas, de las cuales soy conciente y pienso honrarlas tan pronto pueda, pero de momento no tengo forma de hacerlo… sigo buscando trabajo, pero sigo obteniendo los mismos resultados.

TOMANDO EN CUENTA QUE SOY PACIENTE DE LA SECCION DE PSIQUIATRIA DEL HOSPITAL DE HEREDIA Y QUE ACTUALMENTE TENGO UN CUADRO DEPRESIVO QUE SE AGRABA CON LAS LLAMADAS QUE RECIBO A DIARIO, muy especialmente por parte de Credomatic, para presionarme con que les pague y dándome plazos de uno o dos días para que consiga el dinero que debo pagar… todo lo expresado hasta ahora es para saber si existe algún tipo de medida legal que me sirva para impedir que siga este acoso y hostigamiento de parte de mis acreedores, créame que esta presión inhumana e innecesaria no me ayuda en nada en cuanto a mi enfermedad…

Insisto, estoy en la mejor disposición de honrar mis deudas, pero en este momento me resulta simplemente imposible hacerlo con los ¢2 mil que tengo en mi poder.

Yo fui en persona a la sección de Cobros del BAC SJ a exponer mi caso para tratar de llegar a un arreglo de pago, creí que iba a tratar con una persona que entendería mi caso y que trataría de ayudarme, pero la respuesta que recibí fue que tenía 48 hora para conseguir el dinero, que el único arreglo que me podían dar era el de pagar cerca de ¢100 mil colones mensuales durante 5 años o algo así.

De nuevo, no tengo forma de pagar, y es obvio que soy la persona más interesada en salir de esta deuda, pero, una vez más, no cuento con los medios para hacerlo.

No soy un delincuente, ni diputado, ni nada por el estilo… soy un tipo honrado que está atravesando por el peor año de su vida… parece que en este país eso de ser solidario está limitado únicamente a empresas grandes o políticos corruptos (que redundancia!)…

 

Restaurante Las Palmas, Barrio Amon

Ayer visité El Restaurante Las Palmas,  localizado en el precioso Barrio Amón y debo admitir que la experiencia fue dulce/ amarga.

Este restaurante es uno de  los promocionados por Credomatic con un 50% de descuento los martes y viernes y lamentablemente me dejó la impresión de que si no fuera por esa promoción habría salido bastante enojada.

El sitio en sí es muy bonito: una casa antigua excelentemente cuidada, de las típicas de Barrio Amón con un precioso jardín el centro y una decoración bastante delicada y llamativa. Las Palmas en decoración deja un lindo recuerdo.

No sé si era por que solo habían 3 meseros o si siempre tienen ese servicio pero en realidad en atención se quedan cortos: a pesar de que los meseros eran cordiales hasta cierto punto, andaban atarantados y como en otro mundo la mayoría del tiempo que estuvimos ahí. Cuando llegué le avisé a uno de los meseros que estabamos celebrandole el cumpleaños a una muchacha del grupo y a pesar de que me dijo que sí tenían algo para felicitarla (asumo que un postre o trago) esa felicitación nunca llegó…durante la noche se lo recordé a otro de los meseros y de nuevo me dijo que «claro con mucho gusto» y nunca pasó nada. Cuando pagamos ni se disculparon ni lo mencionaron tampoco.Uno de nosotros aun espera que le traigan la cerveza que ordenó….

En cuanto a la comida, pues fea no es, pero un medallon de lomito del tamaño de la palma de mi mano (valga decir que tengo las manos pequeñas) completamente seco con un par de vainicas y unas rodajitas de zanahoria cuesta en precio normal 8900 colones, menos mal había descuento.

En resúmen: porciones pequeñas y mal cocinadas, caras si va usted un día común sin promo de Credomatic y servicio amable pero pobre. Para La Detestable, el Restaurante Las Palmas deja un insipido -3 suspiros, serían -4 si hubiera pagado el precio entero.